La Selección Colombia sueña con cortar, frente a Argentina, un ayuno de 23 años.

Es esta sensación, desde la sufrida clasificación a la final en la batalla contra Uruguay, de que si no es ahora, ¿entonces cuándo?

Porque la Selección Colombia asoma a la tercera final de Copa América de su historia en un momento tan dulce que casi parece irreal: James Rodríguez tuvo un renacer tan inesperado como oportuno y con 6 asistencias es el mejor socio de toda la edición 2024; Luis Díaz y Jhon Arias parecen inagotables; toda la defensa rinde a un nivel impactante; hay una revelación del tamaño de Richard Ríos y el equipo completo es solvente, seguro y ambicioso. 

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​El momento necesariamente lleva al año 2011, a un torneo disputado en territorio nacional, que llevó la ilusión por la Costa, por el Eje Cafetero y por la capital, hasta coronarse campeón. 
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Y uno de los protagonistas en aquella oportunidad fue Iván López, el hombre que le puso el centro a Iván Ramiro Córdoba para el gol de cabeza contra México que supuso la victoria 1-0.
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"Para nosotros era también el partido más importante, van a enfrentar a un rival muy fuerte, con una historia muy grande en estos torneos. Creo que toda Colombia se montó al bus y cree en nuestros muchachos, el compromiso que tienen, la mente muy, muy fuerte, la actitud la unión de grupo, es una generación maravillosa. En 2001 nos montamos todos al bus hasta los que no creían", analizó en Contraataque, el podcast de FUTBOLRED.
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Otra de las similitudes pasa por el creativo: "teníamos a Giovanni Hernández en aquella época... No te voy a negar que el momento de James es maravilloso, es el conductor, el director de este equipo y sin duda es un momento de cerrarlo con broche de oro por al historia de ellos y por culminar un maravilloso trabajo".

¿Qué es distinto?

López no duda: "la diferencia es que estos muchachos tienen mucha experiencia, al nuestra era una selección muy local, el 90 por ciento, en esta juegan en grandes equipos y está acostumbrados a estos retos, este nivel", explicó el ex lateral derecho.

Ahora, igual que hace 23 años, López da una receta para no perder el norte y no rendirse hasta asegurar el objetivo: "Cuando el partido empieza la historia (de Argentina, en este caso) ya no está ahí adentro, para muchos afuera pesa pero ahí ya no, por eso hay que pensar en lo que tenemos, que nos trajo a la final, la actitud, la jerarquía, el momento individual que hace que florezca el colectivo. Hoy en día estamos a la par futbolísticamente, en este preciso momento incluso Colombia está mejor, está la oportunidad de cambiar y hay que creer", afirmó.