Los republicanos arremeten contra Biden por su política en Irán, Afganistán e Israel pero sin mencionar a Ucrania
La tercera jornada de la convención nacional republicana, dedicada a la seguridad y la política exterior, subraya lo que consideran principales fracasos de la presidencia demócrata
Irán, la retirada de Afganistán, el ataque de Hamás del 7 de octubre. La guía temática de la tercera jornada de la convención nacional republicana, dedicada a la seguridad y la política exterior, apuntaba sobre el papel —según el guion enviado por la campaña republicana a la prensa— a esos tres escenarios para afear al demócrata Joe Biden sus fracasos en la escena internacional. Ni una palabra sobre Ucrania en el resumen de prensa, pese a la claridad con que ha manifestado su postura sobre la guerra el candidato a la vicepresidencia, J.D. Vance, algo que inquieta sobremanera a la Unión Europea porque defiende abandonar a su suerte de Kiev. A juzgar por el argumentario de los oradores del miércoles, la política exterior no parece que vaya a ser una prioridad de una hipotética segunda Administración de Donald Trump, en consonancia con el aislacionismo y la tendencia a la autarquía que demostró en su mandato (2017-2021).
Burgum, secretario de Energía en la sombra
Aunque los discursos discurrieron como meandros, de manera sinuosa y repetida, al igual que en las sesiones previas, la tercera jornada de la convención nacional republicana dejó muchas pistas de lo que puede ser la segunda Administración de Donald Trump si gana las elecciones en noviembre. Este miércoles intervino el que todos consideran ministro de Energía en la sombra, Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte y hasta el lunes, uno de tres nombres que más sonaban como candidato a la vicepresidencia. Burgum está en boca de todos como posible secretario del Departamento de Energía, por sus buenas relaciones con la industria del gas y el petróleo, un sector clave de la economía de su Estado. Según el programa electoral republicano, una hipotética Administración de Trump aspira a la independencia o autosuficiencia energética, y para ello Burgum, “el hombre que más sabe de energía en el mundo” según Trump, ha servido de enlace entre este y los multimillonarios del petróleo, grandes donantes de su campaña, para garantizarles que su Gobierno apostará por los combustibles fósiles. Su conocimiento del sector no le impidió sin embargo incurrir en falsedades como hablar de “la guerra contra la energía de Biden” por el apoyo del demócrata a la transición hacia energías limpias, o “los mandatos de Biden en pro de los coches eléctricos”, pues no hay tales, sino sólo la promoción de este tipo de vehículos.
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