El síndrome del trabajador quemado persigue a Lagarde en la torre del BCE
El 9% de los empleados del banco central han tenido ideaciones suicidas, según una encuesta encargada por los sindicatos
Los trabajadores del Banco Central Europeo (BCE) están quemados. Casi el 40% de la plantilla asegura que está al borde de sufrir un síndrome de desgaste profesional (burnout, en la jerga) y hasta el 9% ha pensado en el suicidio. Todo un desafío para la presidenta de la institución, Christine Lagarde, ahora que ha conseguido embridar la inflación. Los datos proceden de una encuesta encargada por Ipso, el sindicato mayoritario entre los empleados del organismo, con sede en Fráncfort, Alemania. La proporción de trabajadores del BCE que, según los autores del estudio, corren el riesgo de sufrir burnout aumentó del 33,2% en la encuesta anterior de 2021, al 38,9% este año. En 2024, 146 empleados, el 9,1% de los encuestados, declararon haber tenido pensamientos suicidas, frente al 6,1% de 2021.
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